También la misión era de poder dar testimonio de la fe en Cristo en los estadios del país, en los medios de comunicación y en los eventos evangelísticos en apoyo a las iglesias.   Además del equipo profesional en el campeonato nacional, su misión es la de fomentar el deporte entre los niños y niñas.  No solo impartir el conocimiento para poder desarrollar actividades físicas, sino también evangelizar, equipar y empoderar la próxima generación, con un código de honor que incluye: ALERTA, mental, física y espiritualmente.  LIMPIO, de cuerpo, de mente y de palabra.  HONRADO, no mentir, engañar o robar. VALIENTE, a pesar del peligro, la crítica o las amenazas.  LEAL, a su familia, su iglesia, sus compañeros de equipo.  CORTES, es educado, amable y solicito. OBEDIENTE, a sus padres, lideres y sus superiores.  ESPIRITUAL, es consecuente con su fe.